LA LOCURA DE VIVIR
La gente
tiende a prejuzgarme,
unos me
llaman: chalado, perturbado, ido…
otros:
maniático, excéntrico, lunático, tocado…
pero no me
considero trastornado, desquiciado,
alienado o
paranoico. Aunque, admito que, a veces,
soy algo
frenético en mis impulsos insanos,
desvarío un
poco con la vida para pintarle
una sonrisa
delirante que haga merecer la pena vivirla
aunque, en
ocasiones, esté furioso con ella
y enloquezca
de rabia como cualquier persona.
Unos dicen
que estoy como una cabra,
otros, que
estoy como una regadera,
que soy un
imprudente atolondrado
que se
arroja a cualquier abismo sin mirar donde
queda el
fondo, pero no por ello soy un inconsciente irreflexivo…
Créeme,
valoro mi existencia alocadamente sin ningún disparate.
Unos me
llaman absurdo, inmoderado, ridículo…
otros dicen
de mí que soy extraño, excesivo, extravagante, estúpido…
pero tú, puedes
llamarme loco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario