EL AYUNO DE TU CARNE
Contemplando
un universo vacío repleto de nada
que se
esconde tras el aliento de la última madrugada,
te nombro a
gritos desde un latido perseguido por otro
que huye de
mí capturando un botín de existencia,
mientras mi
sangre es la tinta que esconden mis manos
al dibujar
sobre el aire caricias dirigidas a tu rostro,
sentencias
apasionadas que mueren sobre
la parte más
consciente de todo mi inconsciente.
A veces, soy
ese cuerdo loco que sueña en su locura,
te olvido
entre silencios para recordarte en un suspiro.
Ésa es mi
rutina, la de un hombre que te quiso lo suficiente como
para dejarte
ir fingiendo que no te espera, mientras sus huesos
se nutren
del ayuno de tu carne, rechazando la vida…
Autor: José Sánchez Llamas.
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