EN LOS BRAZOS DE MI ALMA
Afuera el
mundo ruge mientras, aquí,
mi mundo te
llora, y la vida sigue sin esperar
a que me
levante, aunque continúe en el suelo
contemplando
el mundo girar lentamente.
Desde esta
ventana, todos los días son grises,
y confieso
que, hace un tiempo, la felicidad
perdió para
mí cualquier significado.
Ahora, en
vez de ser mi cuerpo el refugio de mi alma,
es ésta la
que sostiene mi cuerpo dormido
entre sus
brazos, esperando despertar de esta pesadilla
de realidad
que atropella mi tiempo, con la tristeza de sus horas,
la eternidad
de sus minutos, y la inmensidad de sus segundos
sin ti.
Autor: José Sánchez Llamas.
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