CUIDAR UNA FLOR
Me cansé de
dar tumbos con el rumbo errado
tormenta
tras tormenta, y que al final, cuando acaba la lluvia,
sólo me
queden unas lágrimas e infinitos reproches.
Mi corazón
ya no busca a nadie, ahora, simplemente,
te espera…
anclado a este cuerpo perecedero
y sin
esperanzas de ser rescatado, porque cuando algo
se rompe
muchas veces, es posible, que le falten pedazos.
Sé que al
mío le faltas, hace un tiempo que lo escucho
pronunciar
tu nombre cuando mi voz se calla.
Quizás debo
aprender a cuidar una flor antes
de arreglar
un jardín.
Autor: José Sánchez Llamas.
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