TRAVESÍA
Hoy,
comprendo que mi cuerpo es un barco
y la vida un
océano de sentimientos
que arrecian
y golpean la travesía.
Hasta que,
de pronto, llegas tú,
y apuntas
directa a mi eje de flotación,
haciendo que
naufrague con cada despedida,
y reúna
fuerzas para volver a navegar
y volver a
naufragar cuando no estás.
Es entonces,
cuando sólo queda el sueño,
que llega
mientras se tatúan estelas en las olas
sobre las
que se refleja un cielo sin luna y,
sin querer, te pienso para encontrarte
mientras
duermo.
Autor: José Sánchez Llamas.
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