LA TRISTEZA EN MI TEJADO
La fe se fue de mis
manos
junto a la última
caricia de un adiós,
mientras abatido te protegía
del viento
entre mis brazos, pronunciaste
las palabras
que nadie quiere
escuchar…
y como retazos de los
trazos
que desdibujan mi
alma te fui perdiendo,
sin saber que, tal
vez, descuidamos aquella noche.
Entonces, me convertí
en aquel que recoge
los pedazos de una
luna, que se cae a cachos,
sobre mi tejado
mojado de tristeza.
Autor: José Sánchez Llamas.
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