MURIENDO DE GANAS DE VERTE
Sigo
muriendo de ganas de verte, de afrontar
el
palpitante desafío de ser juzgado
de nuevo por
tus ojos…
A pesar de
este tiempo, sé que observarás
en mí
impresiones que ahogarán tu voz,
dejando que
se pronuncie el incómodo silencio
que genera
la duda sobre tu decisión de volver,
de
encontrarte conmigo, escuchar mi voz
y aquello
que grita mi mirada…
Dejamos
mucho pendiente, colgando
de la
inseguridad sentimental de unos latidos,
pero mi piel
aún recuerda la suavidad de tus manos
como una
caricia de magnitud sísmica,
que provoca
siniestros en mi alma
cuando te
extraño.
Autor: José Sánchez Llamas.
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