MADRUGADA DESNUDA
Sólo sé que
la quise más allá de la luna y sus estrellas,
más profundo
que la oscuridad que viste la noche
y desnuda su
traviesa madrugada.
La quise sin
la medida de mis actos y con el dolor
de sus
consecuencias, y en las condolencias
de esta alma
herida, su mirada sólo pudo
fijarse en
mi piel para saborear mi lado más aguerrido,
siendo, yo,
el más valiente de los cobardes, y el más
cobarde de
todos los valientes que se conforman
únicamente
con soñarla.
Autor: José Sánchez Llamas.
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