EL JUEGO DE LA VIDA
Cuando
participas en el juego de la vida,
lo haces
sabiendo que serás derrotado,
pero lo
importante en el trascurso de esa derrota
del tiempo
frente a la carne, es el legado
que, como
ser humano, ofrecemos al mundo.
Mi legado
son mis palabras, y el de mis padres
fue
ofrecerme en primer lugar una vida,
una
oportunidad para desarrollar un talento innato.
En segundo
lugar, esculpieron en mí la persona que soy,
la que hace
que hoy exprese este mensaje, y siga teniendo
fuerzas para
escribir mañana.
La verdad,
importa poco, el éxito o el fracaso del arte
que intento
plasmar en unas líneas porque
lo,
verdaderamente, importante es el camino,
el
transcurso que hace una idea desde mi mente
hasta
accionar los mecanismos necesarios de mi cuerpo
para
llevarla a cabo y desarrollarla. Pero, ahí, no reside la magia.
Ésta se
encuentra en lo que mi obra despierta en ti.
Eso, es lo
fascinante de todo este conjunto de palabras,
que son
capaces de provocar una reacción, positiva o negativa,
acertada o
no, de aquello que surgió como una idea,
ésta se
convirtió en un proyecto, y éste a su vez en un texto.
Tal vez, hoy
ésta haya sido mi contribución al mundo,
mi
aportación al juego de la vida.
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