HORIZONTES OPUESTOS
Su voz se resistía a
precipitar otro adiós
mientras su boca sólo
gritaba silencio
en el instante, justo,
de todas las certezas,
cuando comprendió que
ya no lo amaba.
Entonces, se miraron
y, ahí, se lo dijeron todo
con el tácito
lenguaje de sus ojos,
con la voz muda del
tiempo
dejaron que aquel
instante sobrecogiese sus almas
en la eternidad
efímera de ese breve gesto,
y sin decir más...
se desvanecieron
en horizontes
opuestos.
Autor: José Sánchez Llamas.
Su voz se resistía a precipitar otro adiós
ResponderEliminarmientras su boca sólo gritaba silencio