NUESTRA PALABRA FETICHE
He vuelto a fantasear
con tenerte
al recordar nuestra
palabra fetiche.
Aquella capaz de
estremecer nuestros instintos
que me hacía devorar
lo mejor de ti
en cada asalto y en
cada ring.
Aquella que me hacía
besar la lona
cuando nuestros
cuerpos desgastaban
hasta su última gota
de sudor,
y se convertían, sólo,
en ardiente aliento
que se desvanecía
como el humo
de un cigarrillo.
Como puedes ver,
todavía, te deseo
enloquecidamente
cuando tu nombre
se fuga de la cárcel
de mi cordura,
y te convierte en esa
fugitiva furtiva
que se adueña de mis
desvelos más calientes,
que me hace gritar
entre delirios
cuando la noche calla,
y yo te busco.
Autor: José Sánchez Llamas.
Como puedes ver, todavía, te deseo
ResponderEliminarenloquecidamente cuando tu nombre
se fuga de la cárcel de mi cordura