LA ÚLTIMA FACTURA POR PAGAR
Cuando la
última factura que te queda por pagar
es la de tu
propia vida, intentas convertirte
en un moroso
más que busca alargar
su periodo
de prueba sin garantía.
Hasta que,
finalmente, te van llegando
impresiones
de que algo empieza a fallar
o se rompe
de improviso, y sin avisar.
Entonces, es
cuando recurrimos a la fe
para
reclamar el certificado de garantía
que no nos
dieron al nacer, para asegurarnos
la salvación
de nuestra alma, al menos…
Por otro
lado, está la gente que no teme
averías y
viven como si, hoy, se fuese
a romper
todo.
Autor: José Sánchez Llamas.
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