APRENDO A VIVIR CON ELLA
Siempre envidé a los
demás por el hecho de tener pareja,
cuando en realidad,
jamás aceptaba el hecho de estar solo,
me gustaban todas sus
novias...
altas, bajas,
morenas, rubias, pelirrojas...
Todas tenían su
aquel...
y en todas encontraba
un motivo
por el que envidiar a
sus novios.
Siempre me planteé el
hecho de no tener prisa,
de esperar a la mujer
ideal, pero sólo se quedó en eso...
en un ideal que nunca
llega.
Nunca pretendí
agobiar a nadie con mis impacientes ganas
de conocer gente
nueva, de abrir este universo de sentimientos
enclaustrado en un
cuerpo cada vez más viejo,
cada vez menos
atractivo, cada vez más torpe...
ya no queda, apenas
nada, de la insolencia que da la juventud
despreocupada del
futuro y dueña de su presente imperante.
He descubierto que con
los años
cada vez se piensa más y se siente menos,
cada vez se piensa más y se siente menos,
y con estas veteranas
ganas de comerme el mundo
termino dejando que
sea el mundo el que me coma a mí,
me arrepiento tanto
de haber sido tan tímido de joven...
dejé escapar trenes
de una parada solitaria
en una estación para
toda la vida,
jamás llegué saber el
motivo de esta soledad,
pero mientras intento
descubrirlo
aprendo a vivir con
ella.
Autor: José Sánchez Llamas.
Siempre envidé a los demás por el hecho de tener pareja,
ResponderEliminarcuando en realidad, jamás aceptaba el hecho de estar solo,
me gustaban todas sus novias...