CUANDO LA CONOCÍ
Cuando la conocí,
quise abandonar todas
las tropas que envié
para conquistarla a las puertas
de su mirada y
adentrarme, únicamente, en ella
para contemplar el
interior de su alma.
En aquella soledad,
mi mente invocaba
infinidad de palabras
blancas, para llenar
de valor los labios
de este trovador de sueños.
Cuando me saludó,
pude sentir en su abrazo
el saludo carmesí de
su sangre pronunciando
mi nombre y en ese
preciso instante, fui abatido
en la mágica deriva
de su voz, como el canto
de una sirena que se
adueñaba de mi carne.
Autor: José Sánchez Llamas.
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