EL PERFUME DE LA ÚLTIMA ROSA
Siento como
se pierde el perfume de la última rosa
mientras
agónicamente se marchita, dejando escapar
la frescura
y el color que cultivó para estar realmente perfecta
en el
momento de entregártela como símbolo de una pasión
arrebatadamente
espontánea y mágica.
Aquella que,
hoy, se esfuma más rápido que el último
soplo de
aliento de la flor que todavía guardas,
y que pronto
abandonarás, como este viaje
en el que
nos perdimos por el camino.
Autor: José Sánchez LLamas.
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