CONFESIONES A UN TECLADO
Sigo
perdiendo mi tiempo pensando en ti,
sabiendo que
no volverás, observando,
la puerta
que cerraste por última vez y,
aún hoy,
sigo esperando que abras.
Tal vez,
seas la inspiradora razón de mi locura
cuando no me
sale ni una sola palabra, y basta
con pensar
en ti para dejar fluir la voz del alma,
inundada de
sentimientos, mostrándote
mi lado más
sincero.
Como cada
noche, rezo, como un creyente sin fe
que pide por
alguien que sí la tenía. Creo, que ese
sentimiento
es más noble y universal que cualquier otro.
Ésa es mi
verdadera fe, la de un acróbata que apostó
por la vida
mientras caía al vacío.
Autor: José Sánchez Llamas.
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