FUGITIVA DEL CIELO
Algunas
veces, pienso que te quieres escapar
de tu celda
de nubes porque quieres acercarte a mí,
para sentir
cómo estoy, y calmar toda esa preocupación
que sientes
al estar lejos.
Hay algunos
momentos en los que puedo percibir
tu paso por
casa. Otros en los que mi piel advierte
el calor de
tu brazo abrazado al mío mientras camino
por la
calle, como si quisieras volver a pasear conmigo.
Incluso
cuando duermo imagino que me observas
como un
momento de alivio.
Por mi
parte, trato de hablar con tu retrato
todos los
días para contarte lo mucho que te extraño,
y cuánto me
arrepiento de cada “te quiero mucho” que sentía
y no dije.
También, sigo guardándote tu sitio
cada vez hay
fútbol, o alguna serie o película interesante,
por si en
alguna de tus escapadas te apetece quedarte
un poco más
conmigo.
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