TERRIBLEMENTE MÍA
Como un quejido que
desgarra la noche
en insomnes
madrugadas,
latiendo en acelerado
tiempo de espera,
te aguarda mi piel
yaciente,
expectantemente excitada,
en un deseo sofocante
que funde instinto y carne
con la traviesa
voluntad caprichosa
de arroparte con mis
manos,
meciendo tu rebelde
sumisión flexible.
Porque hoy, danzarás
conmigo
entre las llamas de
mi infierno
y todos mis demonios
serán testigos
de que vas a ser
terriblemente mía.
Autor: José Sánchez Llamas.
Como un quejido que desgarra la noche
ResponderEliminaren insomnes madrugadas,
latiendo en acelerado tiempo de espera,
te aguarda mi piel yaciente