COMO CADA AMANECER
Quiero que amanezcas
conmigo
como un animal diurno
dispuesta a devorarme,
a plena luz del cielo
y clamando una rendición,
cuando el delito
perfecto eres tú, en una correduría
desbocada de locura y
desequilibradamente feliz
porque de entre todas
las mujeres,
quiero morir en tu
amor rebelde de ayer y hoy,
siendo víctima del
fortuito encuentro de tu mirada.
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