UN AMOR BOTÁNICO
Quise ser el galán de
día de mi dama de noche
para cultivar un amor
botánico, capaz de sanarla
desde el tallo a la
raíz del alma queriéndola bonito.
Por momentos, también
desee ser hiedra
para crecer rodeándola
entre mis brazos
y protegerla del
mundo.
Juntos, nos enfrentábamos
a cualquier adversidad,
hasta que un otoño
marchitó aquella primavera,
y en el ocaso de mi
vida pienso envolver
su recuerdo con
resina para perdurar
en el tiempo dichoso de
los sueños increíbles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario