AQUEL JUVENIL ERROR DE UN AMOR COBARDE
Extraño los días en
los que me esperabas
al salir de clase con
la inocencia tímida
de amarme en tu
mirada, y terminaba por acompañarte
a casa dudando si era
buena idea o no sujetar tu mano.
Sigo recordando cómo
aprendí a besar tus labios,
a descubrir las
debilidades de tu cuello y el mío. .
Echo de menos el
quedar a tientas para tentarnos,
para entregarnos los
besos que nos guardábamos
durante el día y aun
estando a escondidas sentirme
libre contigo.
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