SOÑANDO

SOÑANDO

Desde que tengo uso y recuerdo de mi memoria,

hay un ritual que suelo hacer cuando me acuesto

y no puedo dormir...

Cierro mis ojos e imagino que estoy tan cansado

porque tengo el cuerpo malherido y me encuentro

tirado en medio un camino en mitad de dios sabe dónde,

pero siempre, sucede lo mismo. Alguien me recoge,

cura mis heridas, despierto soñando y la veo,

quieta junto a lo que queda de mí.

Entonces siento, todo el cariño que puso

en restablecer mi parte amable más olvidada,

y justo, cuando comienzo a vivir y a enamorarme

en ese sueño despierto, y todo se desvanece.

A lo largo de mi vida, he intentado buscar un significado

al por qué necesito, a veces, realizar esto para dormir,

y el tiempo me ha vuelto crítico a la hora de analizarme,

de pensar, detenidamente, en lo que me sucede,

y ahora sé que pude encontrar una respuesta

extrapolando el sueño a mi realidad,

comparándolo con nuestro destino,

y cada vez, lo tengo más claro...

Porque, tú, llegaste a mi vida en mi peor momento,

intentando recomponer las piezas olvidas de un motor

que hiciese latir a mi pecho, y curaste las heridas del tiempo

para cerrar sus cicatrices en mi alma entregándome

esa sonrisa que me produce tanta paz...

Ahora, sé que esa mujer de mi sueño,  que ha tenido

tantos y tantos rostros, siempre fue la misma.

Ahora, comprendo que toda mi vida
he estado soñando contigo

Autor: José Sánchez Llamas.