SOLITARIO MUNDO COMPARTIDO
Apareces en mi
mundo...
sin saber cómo, ni
cuándo...
Intento echarte mil
veces,
reclamando la parte
que me corresponde de privacidad,
te alejo, y vuelves,
sin saber si estás o
estuviste
y cuando comienzo a
entender el por qué...
despareces...
Te busco sin
encontrarte,
derramando invisibles
lágrimas sobre tus últimos pasos
comienzo a extrañar
tu extraña compañía,
y sólo en mi soledad
reconozco que me equivoqué contigo,
que fui cobarde
cuando creía ser valiente,
que fui derrotado
cuando creía que había ganado,
que pensaba en el
final cuando era un principio,
que tú y yo no éramos
más que dos sombras vagabundas
que buscan su hueco
en la noche oscura,
que nos escondíamos
en un mundo propio
que terminó siendo
ajeno,
que nos encontramos
por casualidad
para despedirnos por
causalidad,
que en esta
enfermedad de la soledad
no apreciamos el
valor de un simple gesto
hasta que dejamos
vernos.
Y yo me quedé en mi
soledad,
mientras la tuya fue
transitoria,
te olvidaste del tú y
yo, y del nosotros,
para dejarme con el
tú y él que ahora sois vosotros,
habitando un mundo
compartido
de mutua correspondencia
y acuerdo,
en el que valoras
cada gesto, cada sonrisa, cada mirada,
mientras yo te veo
feliz a lo lejos y me odio
por lo que no
tengo...
por lo que pudo ser y
no quise,
por lo que siempre
quise y nunca fue,
porque el mundo del tú y el yo
es, ahora, un mundo vacío sin nosotros.
porque el mundo del tú y el yo
es, ahora, un mundo vacío sin nosotros.
Autor: José Sánchez Llamas.
el mundo del tú y el yo
ResponderEliminares, ahora, un mundo vacío sin nosotros.