AMARTE ME ESTABA MATANDO
Te amé con el miedo
travieso de nuestra infancia,
sin más elegancia que
mi rústica torpeza cotidiana,
mis errores, culpas y
reproches.
Te amé sin esconderte
nada de mí,
te llevaste lo mejor
y lo peor de mí,
y ahora te
entiendo...
Te amé como se aman
los sueños imposibles,
cuidándote tanto que te
sobreprotegí
por miedo a perderte,
y sin embargo,
cuanto más me preocupada
de ti
más me olvidaba de mí...
Te amé sin que mis
labios censurasen
ni uno sólo de mis
besos,
sin que mi tacto
dejase de anhelar tu piel,
dejando que mis
caricias cumplieran
la fantasía de
estudiarte
como si tu cuerpo
fuese un libro en braille,
pues yo era un ciego
más embriagado
por mi sed de pasar la
vida buscándote...
Te amé sin saber
que amarte me estaba
matando.
Te amé sin que mis labios censurasen
ResponderEliminarni uno sólo de mis besos,
sin que mi tacto dejase de anhelar tu piel,
dejando que mis caricias cumplieran
la fantasía de estudiarte
como si tu cuerpo fuese un libro en braille