FILOSOFÍA, GÉNESIS Y CIENCIA
En un acto de
gentileza desinteresada
un demiurgo quiso
compartir parte de su poder
creando un inmortal
universo que llenó de cosas perecederas,
y creó así, los
astros y los planetas.
Insatisfecho con lo creado,
habitó la tierra
poblándola con los
animales y las plantas,
para después dotar de
vida al hombre
y le buscó una
compañera
con la que compartir
su mortalidad.
Enfurecido por la
imperfección de su obra
el demiurgo clavó sus
garras en la noche,
desgarrando el cielo
y mostrándonos su incurable herida
de infinitas
estrellas que parpadean como gotas
de sangre manando de
una laceración.
Y creó el sol y la
luna para vigilar su obra,
en su ausencia del demiurgo,
el sol ejercería de padre, la luna de madre,
el sol daría calor al
hombre y sería el visible espía de sus pasos,
la luna sería la
encargada de acunar sus sueños y velar su reposo,
el sol quemaría su
piel para recordarle con dolor y sudor su mortalidad,
la luna calmaría sus
heridas y sería la confidente e sus desdichas.
Después de crearlo
todo descansó y la ciencia despertó,
para demostrar con
hechos y pruebas
la falsedad de su existencia
imaginaria,
inventada por el
desconocimiento del hombre
ante la incertidumbre
del origen.
Tal vez, el universo
sea un átomo y los planetas su núcleo,
tal vez, los hombres
y mujeres seamos sus protones y neutrones,
tal vez, la luna
forme parte de sus electrones orbitales,
o tal vez, todo lo
narrado sea falso.
Autor: José Sánchez Llamas.
Tal vez, el universo sea un átomo y los planetas su núcleo,
ResponderEliminartal vez, los hombres y mujeres seamos sus protones y neutrones,
tal vez, la luna forme parte de sus electrones orbitales,
y tal vez, todo lo narrado sea falso.