CONFESIÓN TRAIDORA DE UN OLVIDO QUE NO SABE
OLVIDARTE
¡ Cuidado !
Por favor, no sigas
leyendo esto...
No te hagas más daño atendiendo
a lo que te narro,
tus sentimientos
todavía pueden salvarse,
mientras que los míos
ya están condenados...
Estás ante la
confesión traidora
de un olvido que no
sabe olvidarte.
Estás ante la caricia
ausente sentida
en forma de
escalofrío.
Estás ante el
silencio escandaloso
de un vacío que sin
ti nadie puede llenar.
Éstos son los restos
de particular naufragio...
Una carta que escribí
a vida o muerte,
extirpándome unos
sentimientos a corazón abierto,
mientras iba
sintiendo detenerse el tiempo agonizante
en cada suspiro de un
corazón herido.
Y cuando ya no queda NADA...
entonces, el "ya
no te quiero"
se convierte en la
verdad más mentirosa
de este falso ateo
cuya única religión que conozco,
es la de amarte.
Pero no debes
sentirte triste por escuchar
este aullido de
lamento en forma de confesión
de alguien que te amó y
te sigue amando.
No debes sentirte
mal, ni sentir pena de lo que me pase,
pues yo elegí esta
opción libre de amarte
sin esperar nada a
cambio.
Hay días en los que
verte o tener alguna noticia tuya
da sentido a ese día,
y consigues borrar lo negativo
simplemente siento
tú...
Entonces, sonrío como
un loco ante su locura
cuando te veo...
cuando sin sentirte
te siento, y legas directa
a golpear un corazón
en parada cardíaca
resucitando, así,
unos sentimientos de su letargo,
llenando de vida esta
muerte de no tenerte,
alentando a mis ganas
a no rendirse,
a hondear bien alto
la bandera de mi amor,
a levantar la cabeza
y estar orgulloso de ser quien soy,
porque ya no me
escondo para decirte lo que ya sabes,
y ante lo obvio de mi
circunstancia sigo ahí,
mientras tú quieras
que esté...
Así es que olvida las
lágrimas, los reproches,
los intentos que
hiciste de intentar sentir algo que no sentías,
de luchar contra ti
misma...
Vive este presente
sin pensar en el futuro,
y me disculpo si te
ofendieron estas letras,
pero en su comienzo ya
te avisé,
te dije que no
siguieras leyendo...
y aquí estás...
perdida en un mar de
sensaciones
del que intentas
nadar hacia una orilla lejana.
Autor: José Sánchez Llamas.
Estás ante la confesión traidora
ResponderEliminarde un olvido que no sabe olvidarte.
Estás ante la caricia ausente sentida
en forma de escalofrío.
Estás ante el silencio escandaloso
de un vacío que sin ti nadie puede llenar.
Éstos son los restos de particular naufragio...