PESADILLA
Atraviesa la niebla
un jinete sediento de sangre,
emanando odio por sus
ojos, con la mirada fija en mí,
los cascos de sus
caballo desgastados,
su espada pide
venganza,
su garganta tiene
ecos de viejas batallas guardadas
en la voz de su grito
seco y capaz de cortar el viento.
Vestido de de negro,
luce luto por los seres aniquilados
bajo su despiadada
lucha infinita...
Sé que no descansará
hasta que no muera,
sé que no se
apaciguará su alma hasta que no acabe con él.
De repente, se
detiene, y me observa con la mirada desafiante,
paralizado por el
miedo lo miro, pero no huyo...
Así, se detiene el
tiempo por un instante
que se ve interrumpido
cuando vuelve a cabalgar sobre mí
espada en mano, voz
en grito, y mirada fija...
El relinchar de su
caballo es capaz de enmudecer al silencio...
Ya únicamente me
queda cerrar los ojos,
y esperar mi fin...
Ya sólo me queda
cerrar los ojos,
y despertar.
Autor: José Sánchez Llamas.
Atraviesa la niebla un jinete sediento de sangre,
ResponderEliminaremanando odio por sus ojos, con la mirada fija en mí,
los cascos de sus caballo desgastados,
su espada pide venganza,
su garganta tiene ecos de viejas batallas guardadas
en la voz de su grito seco y capaz de cortar el viento.