PASA EL TIEMPO, PERO NUNCA PASAS TÚ
Te sigo sintiendo...
Recorriendo a paso
lento los arrabales de mi piel
entre caricias y
sueños, entre besos y silencio.
Sí, aún siento el
tacto de tus labios saboreando
la caricia de mi
cuerpo, y suspirando por tenerlo.
Te sigo soñando...
Recorriendo mi
fantasía con juegos locos
en los que el amor es
lo más remoto
entre caricias y
sensaciones, entre besos y silencio.
No, ya no soy el
mismo que era ante ti,
aquella marioneta de
tus caprichos,
aquel abrigo de tus
silencios...
Te sigo
acariciando...
Aunque, a veces, tu piel consiga tener el perfil del aire,
y tu tacto sea tan
sutil como el del vacío
entre caricias y
sueños, entre besos y silencio.
Sí, es cierto, soy
ese loco que imagina tenerte
aún cuando no estás,
soy tan adicto a tu piel
que si no te tengo
soy capaz de inventarte.
Te sigo besando...
Aún cuando no estás,
mis labios siguen tatuados
con la saliva de tus
besos, y aunque no se encuentren con los tuyos
siempre van pegados a
mi boca
entre caricias y
sueños, entre besos y silencio.
No, ya no deliro con
la obsesión de tu cuerpo,
ahora, simplemente
con imaginarte soy feliz.
Y sigo en silencio...
Pensándote,
sintiéndote, viviéndote...
alimentándome de cada
recuerdo vivido
entre caricias y sueños,
entre besos y silencio.
Y ante ese mutismo
voluntario y cotidiano
van pasando las horas
y los días, las semanas y los meses...
Pasa el tiempo, pero
nunca pasas tú.
Te sigo sintiendo...
ResponderEliminarRecorriendo a paso lento los arrabales de mi piel
entre caricias y sueños, entre besos y silencio.
Sí, aún siento el tacto de tus labios saboreando
la caricia de mi cuerpo, y suspirando por tenerlo.