MI QUERIDA DESCONOCIDA (II)
He vuelto a
escribirte, mi querida desconocida,
una carta sin
palabras, sin silencios, sin papel...
un suspiro que rompe
la prisión de mis labios,
y se fuga de ellos
gritando tu nombre sin conocerlo.
Un suspiro que viste
el viento con su suave y libre brisa,
porque tú, y sin tal
vez quererlo, te has convertido
en la involuntaria
musa de esta mente loca
que no cesa de
inventarte en cada sueño, en cada anhelo,
en cada suspiro...
Porque te conozco sin
conocerte de tanto imaginarte,
porque soy capaz de
ver la sonrisa de cada lágrima furtiva
que habita en tu
rostro escondida del mundo y de ti.
Tal vez, sólo seas el
delirio de mi pensamiento más cruel
que me tortura recordándote,
ilusionándome con
quimeras de un sueño por alcanzar,
de una utópica meta a
la que llegar y encontrarte.
Sí, es cierto, mi
querida desconocida, tal vez,
nunca nos encontremos
en este mundo tan pequeño.
Nunca podré decirte
las veces que he soñado contigo,
que has alimentado
mis esperanzas de encontrarte un día,
que has inspirado los
torpes versos
de este idiota
enamorado de un sueño...
porque soñarte es el
alimento de mi alma,
la razón constante
que aviva esta locura de amarte,
y por eso, doy
gracias al sueño por encontrarte
y confesarte unos
sentimientos encontrados
que parten de tu
playa y se alejan hacia el mar
en uno de mis
suspiros.
Autor: José Sánchez Llamas.
He vuelto a escribirte, mi querida desconocida,
ResponderEliminaruna carta sin palabras, sin silencios, sin papel...
un suspiro que rompe la prisión de mis labios,
y se fuga de ellos gritando tu nombre sin conocerlo,
Un suspiro que viste el viento con su suave y libre brisa,
porque tú, y sin tal vez quererlo, te has convertido
en la involuntaria musa de esta mente loca
que no cesa de inventarte en cada sueño, en cada anhelo,
en cada suspiro...