QUIMERAS PASAJERAS DE TIEMPO
Fuimos amantes
apasionados
de cada gota de
cariño que resbalaba
por la piel consumiendo
todo nuestro deseo.
Un buen día, se apagó
la sed hirviente de nuestras bocas
y buscamos beber de
otros labios
todo ese instinto que
perdimos a base de rutina,
para regar nuestros
yermos cuerpos
con las caricias de
otro tacto
que sembró nuevas
esperanzas futuras
y jamás florecieron.
Quimeras pasajeras de
tiempo que vienen y van
en cada frustrado
intento por olvidarnos
sacuden nuestro pecho
rugiendo perdón pero,
para los dos, ambos
sabemos
que nuestro mayor
rival
es el orgullo.
Autor: José Sánchez Llamas.
Fuimos amantes apasionados
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por la piel consumiendo todo nuestro deseo.