CAPA Y ESPADA
Pido a Dios que
conserve
la certera virtud de
mi espada
y su frío acero
arrebate la vida
de aquellos que
quieran
probar el valor de
mi sangre.
No combato por la paz
de los justos,
y sí lo hago por la
de mi propio espíritu.
Tampoco justifico el
rudo proceder voraz
de cada duelo al que
he sobrevivido,
porque lo importante siempre
fue mi honor.
Caballero de palabra
y acción,
justiciero temerario
de mi propio coraje.
Así, me defino entre
aquellos
que osan retarme.
Autor: José Sánchez Llamas.
Pido a Dios que conserve
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y su frío acero arrebate la vida
de aquellos que quieran
probar el valor de mi sangre.