MELANCOLÍA SILENCIOSA
Aquel adiós vistió
sus pasos de una melancolía silenciosa
que se pronuncia desde
la raíz apasionada de mi carne
hasta la piel que la
siente y me devora,
consumiendo mi tiempo
en desearla tanto...
Ni si quiera el
instinto de mis labios busca otros besos,
ni la voz que en
susurros la nombra
es capaz de fingir
que ya no la amo,
que ya no la extraño.
Aquel adiós vistió sus pasos de una melancolía silenciosa
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