UNA PROCESIÓN DESUBICADA DEL CALENDARIO
Hoy te siguen mis
pasos...
en esta procesión
desubicada del calendario,
y como un penitente
más recorro las calles de tu escenario,
de arriba abajo y de
abajo arriba, pidiendo al cielo
que se detenga el
viento para poder sentir tus suspiros.
Hoy reclamo tu
clemencia...
y pido por contemplar
un instante más tu rostro
antes de que cruces
la calle y te escondas de nuevo en casa,
alejada de mí por los
barrotes y el cristal de tu ventana,
escondida bajo sus
muros y cortinas que ocultan las miradas extrañas
y que rondan tu
puerta de acera en acera
a la espera de que
salga tu imagen de nuevo,
para el siguiente
acto de esta función
en la que me
convierto en un peregrino más
que aspira a expiar
el daño de un pasado
plagado de desamores
y desventuras.
Hoy te siguen mis
pasos...
y serena caminas impregnado
el aire de tu aroma,
todavía puedo
sentirlo...
fresco, suave, y tan
intenso como el sol de la mañana.
Hoy te siguen mis
pasos...
mientras mi mirada te
compaña en tu paseo,
y se pierde en el mar
de miradas, que al igual que la mía,
te observan desde la
distancia y sueñan
con el poder de tu
belleza divina.
Eres la dueña de mi
fe y yo un simple cofrade más de tu imagen.
Hoy te siguen mis pasos...
ResponderEliminaren esta procesión desubicada del calendario,
y como un penitente más recorro las calles de tu escenario,
de arriba abajo y de abajo arriba, pidiendo al cielo
que se detenga el viento para poder sentir tus suspiros.