CORAZÓN ROTO
Acaban de
fragmentarse cada uno de los segundos
de cada minuto de un
tiempo que no puedo constatar,
Acabo de recibir la
visita de este viejo amigo
al que pensaba que
nunca más volvería a saber de él,
y de nuevo llegó a mi
corazón ese puntiagudo dolor
que iba penetrando a
paso lento hasta destrozar
todos aquellos
sueños, ilusiones y esperanzas que guardé ahí.
Y sientes otra vez,
esa falta de oxigeno de tus pulmones,
te cuesta respirar y
el estómago se encoge...
Sí, definitivamente
acaban de romperme otra vez el corazón,
los síntomas son
claros...
el diagnóstico
acertado de este doctorado en fracasos emocionales
confirma el mal que
padezco, y tuve en otras ocasiones.
Siempre quise estar
tan, y tan ciego...
que ahora que la
venda desapareció de mi rostro
se me hace inasumible
tu perdida,
y el adiós definitivo
vuela en un horizonte de silencio
sin un camino, a lo
lejos, que me indique que pronto lo superaré.
Parecerá mentira,
pero en todo este tiempo,
jamás me preparé para
este momento,
ni si quiera, aún
sabiendo que las cosas no iban bien ente nosotros,
que cada vez íbamos
hablando menos,
que estábamos más, y
más distantes...
ni si quiera es capaz
de consolarme el frío aliento de mi suspiro,
pues sigo congelado
en una nueva despedida,
con una nueva
cicatriz en un corazón magullado,
otra muesca más en la
recámara del desamor,
intentando asumir que
he perdido lo que nunca tuve.
Autor: José Sánchez Llamas.