LA MALA COSTUMBRE
Me mal acostumbré a
estas ganas de amarte,
me obsesioné con la
idea de quererte,
seguía tu rastro cada
día con la esperanza
de obtener una señal
que avivara esta llama
de la aún quedan
cenizas calientes
que jamás el tiempo
logrará enfriar,
y bajo esta piel
llena de cicatrices invisibles
mi corazón siguió
soñando contigo,
aunque tú lo
despreciaras o te pareciera algo pesado,
pero siempre fue, el
timón que guió mi rumbo en este cariño.
Quise alejarme tantas
veces...
aún sabiendo que tu
amor tenía un dueño que no era yo,
y ese dueño tenía
otra dueña que no eras tú,
pero continué a tu
lado porque siempre me importaste más que nada,
incluso más que mi
propia vida.
Te antepuse al
tiempo, a mi rutina, a ni necesidad y mis problemas,
y te fui perdiendo
mientras sentía como te alejabas con los días
a paso lento de mí...
Y sin saber por qué
lo que bien empieza mal acaba,
y lo siempre fue
soledad ahora continúa siendo soledad,
menos cuando, tú,
estabas a mi lado.
Autor: José Sánchez Llamas.
Me mal acostumbré a estas ganas de amarte,
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