EL ADIÓS DE UN POETA
Al partir un poeta
deja su silencio,
su callado verso de
despedida,
su adiós a las letras
compuestas
ebrio de inspiración.
Cuando se aleja no
está solo,
sus restos reposan con
otros compañeros
en el camposanto de
los poetas,
donde yacen mudas las
inacabadas
obras que desean ser
escuchadas,
donde quedan huérfanas
las palabras
compuestas esperando
un final
que nunca llegará.
Reposa compañero sin
miedo al silencio.
Reposa bajo aquel sauce
que llora tu ausencia.
Pronto vendrá la
primavera para inundar
de color el paisaje en
el que habitas.
En invierno el musgo
se aferrará a las rocas
para dar calor y que
no tengas frío mientras duermes.
Descansa amigo, parte
en paz y orgulloso de lo que dejas.
No temas a la noche
por su oscuridad,
no odies al tiempo
por ser tiempo
y arrebatarte una
existencia plena
en la que aprendiste
a reír, sentir y vivir,
y cuando descubriste
su significado
seguiste riendo,
sintiendo y viviendo.
Porque hoy, aunque ya
no estés,
sigues vivo en el
corazón y recuerdo
de las personas que
nos orgullecemos
de haberte leído,
sentido, y vivido.
Autor: José Sánchez Llamas.
En memoria de todos aquellos poetas conocidos y desconocidos que nos abandonaron un día, y dejaron su obra para que la disfrutemos, nos deleitemos y continuemos aprendiendo de ellos.
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