LA MUERTE DEL DESEO
Ya no siento el
galopar del viento
capturado por las
velas de tu cuerpo.
Tu tacto fue
enfriando mi piel
al contacto de tus
caricias
mientras se deslizaba
por mi cuerpo,
y poco a poco fui
muriendo en tu presencia
de tu propia
ausencia.
Antes, sólo con verte
mi mente construía
mil fantasías y juegos
prohibidos
en los que te quitaba
la ropa sin usar las manos,
en los que adivinaba
el color de tu ropa interior
simplemente con una
mirada a tus ojos,
pero todo eso murió...
Logré romper las
esposas que me encadenaban
a tu cama cada noche,
las fresas y el
champan perdieron su sabor contigo,
el chocolate y la
nata dejaron de obsesionarme.
Dejé de beber en la
copa de tu cuerpo
mientras vertías las
últimas gotas de nuestro deseo
por tu piel cada vez
más fría...
Se agotaron mis ganas
de ti de tanto desearte,
murió la pasión por
culpa de la rutina,
el amor salió por si
sólo de nuestras vidas.
Ya no siento el galopar del viento
ResponderEliminarcapturado por las velas de tu cuerpo.
Tu tacto fue enfriando mi piel
al contacto de tus caricias
mientras se deslizaba por mi cuerpo,
y poco a poco fui muriendo en tu presencia
de tu propia ausencia.