UNA TARDE JUNTO AL RÍO
Entre cañaverales y
barro yace mi niña llorando junto al río.
Entre agua y lágrimas
va lavando su pena de dolor
para secarla luego al
airado viento,
para cobijarse en su
fuerza y sentirla como suave brisa
que va apagando las
cenizas de un amor que se marchita.
Con agua fresca
quiere limpiar de su alma un triste sentimiento,
con amargo sabor en
sus labios quiere limpiar su boca de los besos
que la
traicionaron... de los besos que tanto anheló.
¡ Llora niña llora,
libera tu corazón de su dolor !
Libera el agua salada
de tus lágrimas y deja que se llore tu pena,
acoge el agua dulce
del río y renueva tu ilusión.
¡ Llora niña llora,
deja que hoy muera una pasión !
Llora el duelo de ese
traicionado amor y dale digna sepultura
en el rincón más
olvidado del mundo de las esperanzas.
¡ Llora niña llora,
que él ya yo está y nunca volverá !
Autor: José Sánchez Llamas.
A menudo, las lágrimas son el mejor consuelo de una pena.
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