PARA NO SENTIR
Para no sentir las
palabras me olvidé de hablar,
tapé mis oídos y
acallé mi voz
para aprender el
lenguaje universal del silencio.
Me abstraje del mundo
conocido
y me convertí en un huraño
ermitaño
del mundo contemplativo.
Para no volver a
escuchar las palabras de una despedida
lancé al viento un
beso acompañado de un suspiro,
y al llegar a ti murió el suspiro y
quedó sólo el beso.
Para no sufrir tu
adiós me alejé de los sonidos de un mundo
que se derrumba bajo
los pasos de tu partida,
y en mi rostro descendió
el último gesto de dolor
que mostraría mi
cuerpo en forma de lágrima
que acariciaba mi
cara para consolar mi pena.
Para no recordarte
callé para siempre...
lloré tu adiós, y arranqué de mí
mis ganas de ti.
Autor: José Sánchez Llamas.
Siempre buscamos una excusa para no sentir y olvidar algo que nos hizo daño, pero cuando más nos esforzamos en apartar de nosotros es hecho... más presente sentimos.
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