NAUFRAGO DEL CIELO
A veces me gustaría escribirte
cartas desde el cielo...
abrir mi pecho a las
palabras del alma
para que se posen sobre el papel
como alegres
gorriones en tu tejado.
Una vez acabada mi
carta dejaré que te la lleve tu pensamiento
para que entiendas
las letras que te transmito,
para que cada vez que
me recuerdes pongas en mis labios mudos
las palabras que
siempre quisiste escuchar en lugar de mi silencio.
Así sabrás lo que
calla mi alma, lo que escondo de ti...
así conocerás lo que
hay tras un pedacito de nube
que navega por el
viento acariciando el cielo,
acariciando mis
emociones y aliviando mi sed peregrina
y devota de ti... de
tu persona y sonrisa...
sólo tú eres la diosa
de mi paraíso, la que condena mi alma
y da paz a mis
pecados...
la dueña de mi cuerpo
y la que nutre mis recuerdos.
Por el contrarío, yo
sólo soy un siervo de tu cielo,
alguien que te
contempla desde el abismo
en el que se sumerge
el mundo...
Naufragué en el cielo
y seguiré esperándote
en el pedacito de
isla que es mi nube.
Pero hoy esta carta
volará a ti desde mi nube
y el aire será su
mensajero.
Hoy arrojaré mi
mensaje al cielo
como el naufrago que
lanza su mensaje al mar
con la vana esperanza
de auxilio...
Hoy soy yo el que te
pide auxilio para
un corazón enfermo de
amor
y condenado a morir
por ti.
Autor: José Sánchez Llamas.
Naufragué en el cielo y seguiré esperándote
ResponderEliminaren el pedacito de isla que es mi nube.