LÁGRIMAS EN LA NOCHE
Pasea fría en la
noche por el bosque de mi lamento
con la luna como
testigo de mi pena,
y su afligida imagen
se conmueve de sí misma
pero no de mí...
No del pasajero error
de mi alma condenada a amarte,
condenada a recordar
el tacto de tus labios...
¡Maldita la memoria
de los besos!
y maldito yo por
sentir lo que siento,
por envidar los
brazos de quien te siente ahora,
por seguir anclado en
el rechazo de tu corazón,
por seguir anclado en
el regazo de tu recuerdo...
Sólo en la noche
puedo gritar tu nombre al silencio de mi cama
donde la almohada es
el pañuelo de mis lágrimas,
donde me consuelo
esperándote un día más...
y sigo mintiéndome,
pensando que el día siguiente será mejor...
que te recordaré
menos, que te iré olvidando con el tiempo...
son las mentiras más
frecuentes y menos creíbles que me cuento.
Ahora sólo queda la
noche... donde pierdo el miedo a llorar
donde mis lágrimas
pasean frías por el bosque de mi lamento
con la luna como
testigo de mi pena.
Autor: José Sánchez Llamas.
El instante antes de dormir puede ser la mayor de las torturas si recordamos errores del pasado.
ResponderEliminar