TU CALLE
Vuelve a mí tu calle
y se une a mi cuerpo
como una arteria que
fluye hasta el corazón...
y tu aroma es la
sangre que vaga errante
por mi cuerpo portando
tu recuerdo
que es mi oxigeno...
que es mi vida.
Cuatro faroles iluminan
tu calle,
y sólo uno está sobre
tu puerta
para iluminar tu
rostro en la noche,
para que seas la
estrella que más brilla
en el diminuto
universo donde te alojas,
para ser el faro de
mis pasos.
Tu puerta es la
celosa carcelera que nos separa
y las rejas de tu
ventana son los barrotes de mi cárcel,
los que separan mi
angustia de tu boca,
mis ganas de
abrazarte y besarte...
Olvidando tus labios
olvidé que me olvidaba de tu boca,
olvidando tus caricias
olvidé que eras mi loca,
olvidando tu tacto
olvidé que me olvidaba de olvidarte,
Y olvidándome de todo
no pude olvidarme de amarte.
Autor: José Sánchez Llamas.
Tu calle es la principal arteria de mi cuerpo.
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