LA BELLEZA DEL CAOS
El sentido de mi vida
se podía resumir
en mi vocación de
amarla, y en esa forma
incondicional de
adorar el manantial de su boca
cuando me hablaba,
desprendiendo de ella
un paraíso de estrellas,
desde el que mi alma
se asomaba a
contemplar la belleza de caos,
cuya magnitud
hipnotizaba mi ser mientras
permitía que su
belleza devorase al hombre
que solía ser antes
de conocerla.
Autor: José Sánchez Llamas.
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