KINTSUGI
Existe en Japón una
creencia que consiste
en pensar que los
objetos que se han roto
y han sido reparados
tienen un valor mucho
mayor que un objeto
nuevo, porque el objeto
reparado ha
sobrevivido. En parte, este concepto
de venerar la belleza
de lo imperfecto
me hace pensar y
apreciar el valor las cicatrices,
porque algunas son
marcas visibles de supervivencia,
pero hay otras que
todos llevamos y nadie ve
y esas son el
resultado de nuestra resiliencia
y hace, todavía, el
alma más bella, pues fue capaz
de resistir el asedio
emocional y físico
para que, a día de
hoy, siga en pie
y con ganas de
presentar batalla a la vida
para vivirla.
Autor: José Sánchez Llamas.
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