SOLEDAD ONANISTA
Maldigo todo el
malditismo de esta soledad onanista,
intermitentemente
intrépida, que me hace
desearte entre fantasías
prohibidas
como si extrañarte, a
solas,
fuera el mayor tabú.
Admito que mi éxtasis
solitario,
emocionantemente
excitante,
es consecuencia cotidiana de un delirio
de mi apetito voraz por
ti,
por hacerte mía y ser
tuyo en un acto desatado
de ganas, entrega,
gemidos y suspiros
donde se funda el
sudor de nuestros cuerpos
y se unifique la
saliva, mientras nuestras bocas
mezclan toda lujuria
al compás de unas caricias liberadas
de su sueño que
recorran y desgarren la piel
de los amantes.
Eres un recuerdo
apasionadamente erógeno
que me hace sucumbir
a la ambición humana de la carne,
al vicio ilícito de aliviarme
en privado,
a la codicia clandestina
de mis orgasmos.
Maldigo todo el malditismo de esta soledad onanista,
ResponderEliminarintermitentemente intrépida, que me hace
desearte entre fantasías prohibidas
como si extrañarte, a solas,
fuera el mayor tabú.