EL SOLDADO OLVIDADO
Aprendí a guerrear
con la palabra
como arma y sus
letras como munición,
desde esta trinchera
olvidada del mundo,
resistiendo
adversidades con heridas
supurando dolor y
arraigado al insomnio
que mantiene en
guardia la mente
ante cualquier
distracción, pero
mi enemigo principal
no es el folio en blanco.
Mi mayor enemigo soy
yo, y mi carencia de ideas
para vestir de algo puramente
creativo este papel.
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