SIEMPRE PODEMOS INTENTAR SERLO
Soñé que volvíamos a
ser jóvenes,
que volvíamos a
estudiar,
que me sentaba detrás
de ti
y te reclinabas para
sentirme
mientras unía mi
cabeza a la tuya
y te abrazaba
suavemente por la cintura,
recuerdo que ambos teníamos
los ojos cerrados
y suspirábamos por aquel
momento tan maravilloso
en el que mi rostro
sentía la caricia de tu pelo,
y tu pelo recibía la
caricia de mi rostro,
y podía sentir tu
aroma fresco
para llenar mis
pulmones de ti,
mientras te respiraba...
Pero ni la chica del
sueño eras tú,
ni el chico aquel era
yo,
pero siempre podemos
intentar serlo.
Autor: José Sánchez Llamas.
Pero ni la chica del sueño eras tú,
ResponderEliminarni el chico aquel era yo,
pero siempre podemos intentar serlo.