A SOLAS CON MI PEOR ENEMIGO
El mejor verso jamás
dicho fue trasplantado
de mis labios a los
tuyos en una operación
a vida o muerte en
forma de beso...
Esa fue mi parte más
entregada y comprometida,
llena de empeño,
arte, dedicación y deleite.
Esa fue mi parte más
devota y menos sacrificada
porque te besé con el
alma llena de amor,
un amor que sentía y
siento,
que alimento cada día
cuando me pierdo
en mis paseos a media
tarde y te encuentro
en el aroma solitario
y personal de cada rosa,
de cada flor que la
primavera regala a mi ojos
llenándolos de color
vida, de pasión y gozo.
Así, es como quiero
recordarte y te recuerdo,
a solas con mi peor
enemigo,
a solas conmigo
mismo.
Autor: José Sánchez Llamas.
El mejor verso jamás dicho fue trasplantado
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a vida o muerte en forma de beso...