EL ABRAZO PERDIDO
El abrazo tuyo que
perdí...
se marchó a otros
brazos,
y fue recibido por
otra piel
que acogió tus nuevas
caricias.
Siempre perseguí un
horizonte
sin saber que el
infinito se hallaba en tu mirada,
donde muere la poesía
hirviente de mis labios calientes,
presos del deseo
mueren en cada palabra
que nace para
buscarte en otra piel que no es la mía,
en otros brazos donde
se mecen y acunan
tus nuevas ilusiones
y esperanzas.
No puedo creer que halles
calor en su cuerpo
teniendo el tuyo tan
frío...
No puedo creer que sueñes
con su boca
olvidándote de la mía...
No puedo creer que
crea perderte
de nuestro mundo
creado.
Autor: José Sánchez Llamas.
Siempre perseguí un horizonte
ResponderEliminarsin saber que el infinito se hallaba en tu mirada