LAS COSAS QUE NO VOLVERÁN
Se fue aquella
infancia con la juventud,
se fue el eco de tu
voz resonando entre
las paredes de roca
de tu corazón,
y en su último grito
sonó un lamento olvidado...
un adiós a la
esperanza de ser eternos,
y pervivir al tiempo.
Se fue tu aroma de mi
ropa y mi piel,
y danzando al compás
del aire se alojó en las nubes
para hacerlo aún más
inalcanzable a mi tacto...
Se fueron tus besos
de chocolate y caramelo,
se perdieron en los
poros de mi tez
para que los
absorbiera mi cuerpo,
y de ese modo, alojarse en mi interior.
Se fue tu adiós
contigo y me dejó tu ausencia
para alimentar mi cruel
demencia,
y en mi solemne
soledad no me escondo
para decir que te río
y lloro como un loco
en las noches sin
ti...
Te fuiste tú contigo
y me dejaste a mí conmigo
hablando de ti al
inmenso abismo de vacío que dejas.
Te fuiste con tu
juventud, tu aroma, tus besos y tu adiós...
como se van las cosas
que no volverán.
Autor: José Sánchez Llamas.